El líder de la oposición venezolana, Leopoldo López, llegó a Madrid el domingo tras huir de la residencia del embajador español en Caracas el día anterior, informó el Ministerio de Relaciones Exteriores de España en un comunicado.
López, preso político desde 2014, se había refugiado en la embajada española desde abril de 2019 tras un fallido levantamiento contra el presidente, Nicolás Maduro, que dirigió junto con el jefe de la Asamblea Nacional, Juan Guaidó.
López se reencontró el domingo con su familia, dijo la Cancillería española. Su esposa e hijos viven en Madrid desde el año pasado.
La decisión de López de dejar la embajada fue “personal y voluntaria”, según el comunicado. El ministerio también condenó lo que dijo fue la detención de algunos de los trabajadores de su embajada en relación con la salida de López, sin proporcionar detalles adicionales.
La partida de López será un golpe para una oposición ya debilitada, que bajo la dirección de Guaidó no ha logrado la rápida transición al poder prometida a principios de 2019.
“Eventualmente López iba a salir. Esto evidencia el debilitamiento de la oposición dentro del país, después de dos años de una lucha continúa, parece que Maduro está estable y la oposición no encuentra respuestas”, dijo el analista político con sede en Caracas Dimitris Pantoulas. “López considera que es mejor hacer esta lucha desde afuera, desde el exilio, algo que también podría ocurrir con Guaidó. Esta es la imagen del final de los intentos de un cambio político en Venezuela que empezaron en 2019”.
Venezuela dijo que estaba investigando lo que llamó una “violación flagrante” de la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas por parte del embajador español, Jesús Silva, en la organización de la fuga de López.
El Gobierno dijo en una declaración publicada por el canciller, Jorge Arreaza en su cuenta de Twitter que España participa activamente en la fuga ilegal de un peligroso delincuente y decide recibirlo en su territorio sin tener en cuenta las leyes.
Si bien Estados Unidos y muchos otros países ahora consideran a Guaidó como el presidente legítimo del país, un influyente funcionario de la Administración Trump se reunió en secreto en septiembre con un representante del régimen de Venezuela en Ciudad de México para tratar de negociar la salida de Maduro del poder.
Condenado a casi 14 años de prisión por cargos que incluyen un incendio provocado e instigación a la violencia después de encabezar protestas contra el Gobierno, López fue liberado en arresto domiciliario en 2017 con órdenes de permanecer en silencio. A partir de ahí, ayudó a orquestar el ascenso de Guaidó, a quien conoció hace más de una década durante las protestas contra el fallecido presidente venezolano Hugo Chávez.
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