Pese a la destrucción que dejan, los huracanes tienen funciones beneficiosas para el planeta

Este fenómeno climatológico cumple un papel vital para los océanos

Los huracanes pueden causar grandes daños a su paso, pero este fenómeno natural cumple, a pesar de ello, un papel vital para los océanos.

Las tormentas tropicales y los huracanes, según lo meteorólogos, cumplen una función vital para el planeta: regular la temperatura global.

El trópico, zona ecuatorial, a veces acumula exceso de energía y de calor. Los huracanes distribuyen ese calor hacia los polos. Sirven como el sistema de enfriamiento de un radiador.

También llevan lluvias a zonas en el que en ese tiempo no llueve, a veces causando beneficios. Pueden llegar a soltar por día hasta 2.400 millones de galones agua.

Además contribuye a la limpieza de ríos al provocar escorrentías (rebasar su cauce) que expulsan la basura que contiene. Así como recarga los mantos acuíferos (almacenamiento de agua subterránea) o despeja zonas con acumulación de materia orgánica o sedimentos para la circulación del agua.

Otra función indirecta es la renovación de bosques.

El rango de estos fenómenos empiezan con la depresión tropical, el cual de acuerdo a la fuerza que va obteniendo pasa a tormenta tropical y luego a huracán cuando sus vientos pasan los 119 km/hora , según el Centro Nacional de Huracanes de EE.UU.

La fuerza de los huracanes se divide en cinco categorías

  • Categoría 1, de 119 a 153 km/hora.
  • Categoría 2, de 154 a 177 km/hora
  • Categoría 3, de 178 a 209
  • Categoría 4, de 210 a 249 km/hora
  • Categoría 5, más de 250 km/hora.

Huracanes, ciclones, tifones

Los huracanes también tienen diferentes nombres dependiendo del lugar en el que se forman. Usualmente se llama huracán si aparece en el Atlántico o el noreste del Pacífico, mientras que en el Índico se les llama Ciclones, y en el Pacífico noroeste toma el nombre de tifón. El nombre científico para llamar a todos ellos es el de ciclón tropical.

Expertos han dicho que el calentamiento global es responsable de la continúa aparición de huracanes de altas categorías. La naturaleza forma los huracanes para protegerse a sí misma de las altas temperaturas. Como antecedente está que en 2005 los huracanes Katrina (que destruyó New Orleans, EE.UU.) y Rita enfriaron en 4 °C las zonas del océano por las que pasaron, según dijo en su momento la NASA.

National Geographic también ha indicado que los ciclones de baja intensidad traen beneficios a los corales, que se están perdiendo por la contaminación y cambiando su color por el estrés del incremento de temperatura del agua.

Extraído de: eluniverso

Share this:

Be the first to comment

Deja un comentario