El virólogo Benoît Muylkens de la Universidad de Namur (Bélgica) ha descubierto una manera de «multiplicar infinitamente» las pruebas para detectar el coronavirus que puede ayudar a agilizar ese trámite, informa el diario Le Soir. Para conseguirlo, Muylkens utiliza una técnica de extracción de ácido ribonucleico (ARN) derivada de la química básica y publicada por primera vez en 1987.
«Es un protocolo muy simple que requiere mucho tiempo y mano de obra; sin embargo, puede duplicarse hasta el infinito, en cualquier parte del mundo siempre que haya suficientes investigadores, especialistas y productos básicos», explicó el investigador a Le Soir.
Así pues, para revelar la presencia del coronavirus en un organismo, los científicos solo necesitarían una campana extractora específica, una centrifugadora de cuatro grados y el reactivo tiocianato de guanidinio-fenol-cloroformo, fabricado en Bélgica y disponible en grandes cantidades.
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