Las acciones del fabricante brasileño de aviones Embraer sufrieron pérdidas este lunes de 7,5% en la Bolsa de Sao Paulo, tras el anuncio el fin de semana de la ruptura de su proceso de fusión con la estadounidense Boeing.
Los papeles del tercer fabricante mundial, que durante el día llegaron a derrumbarse más del 15%, recuperaron terreno durante la sesión y terminaron con una pérdida de 7,5%, en tanto que el índice Ibovespa de los principales valores ganó 3,86%.
Boeing anunció el sábado que renunciaba a adquirir el negocio civil de Embraer, que en respuesta acusó al gigante de Seattle de romper «indebidamente» el acuerdo y hacer «falsas alegaciones» para no cumplir con el pago pactado en 2018 de 4.200 millones de dólares.
Tanto Boeing como Embraer están confrontados al derrumbe del sector aéreo provocado por la pandemia del nuevo coronavirus. Desde inicios de año, las acciones de Embraer perdieron un 62%.
– Arbitraje –
Embraer informó este lunes a sus accionistas y al mercado que inició «procedimientos de arbitraje» contra Boeing, aunque sin precisar ante cuál organismo. La compañía busca amortiguar las pérdidas que sufrirá por la recisión del acuerdo.
«La realización de los términos del acuerdo exigió inversiones significativas, en un complejo y demorado proceso iniciado hace más de dos años», explicó Embraer al diario económico Valor.
Según la agencia Bloomberg, el grupo estadounidense podría verse obligado a pagar hasta 100 millones de dólares en tarifas de cancelación.
Boeing argumentó que su par brasileña «no cumplió con las condiciones necesarias» para seguir adelante con la compra, una afirmación rechazada por Embraer pero que de ser comprobada la dejaría sin esa preciada compensación financiera.
Boeing y el grupo de la ciudad de Sao José dos Campos (cercana a Sao Paulo, sureste) apostaban a esa alianza para hacer frente a la unión concluida entre el europeo Airbus y el canadiense Bombardier, que compite con Embraer en el segmento de aparatos de 120 a 150 pasajeros.
– Futuro incierto –
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, indicó el lunes que Embraer, una empresa privatizada en 1994 pero en la cual el Estado brasileño conserva una «golden share» (‘acción de oro’, que le permite intervenir en cuestiones estratégicas), podría buscar otros socios.
«Lo estamos evaluando. Hay una ‘golden share’, que es mía, soy yo quien firma. Si el negocio realmente se deshizo, tal vez empiece una nueva negociación con otra empresa», declaró sin otras precisiones el mandatario ultraderechista, que busca reforzar su acercamiento económico y diplomático con Estados unidos.
Analistas del banco suizo UBS, citados por el diario O Globo, sostienen que Embraer puede resultar atractiva para fabricantes de China, que buscan aumentar su participación en la industria.
«Creemos que China todavía aspira a una posición de líderazgo en el sector aeroespacial y, en nuestra opinión, Embraer sería importante como producto, además de aportar la experiencia de Embraer en una red global de servicios y soporte», sostienen.
Por ahora, Embraer evita pronunciarse sobre nuevas alianzas.
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