Nueva York, Estados Unidos.- La creciente violencia e inseguridad en Haití amenaza no solo a los haitianos, sino también a la seguridad nacional de República Dominicana, recordó el martes el canciller Roberto Álvarez ante el Consejo de Seguridad de la ONU.
Al término de la reunión de este martes del organismo de la ONU, el canciller dominicano enfatizó que, ante la imposibilidad de formalizar una adecuada gestión fronteriza con responsabilidad compartida, el espacio se ha convertido en fuente de problemas como el tráfico de personas, tráfico de armas y drogas ilícitas; y el contrabando de mercancías.
El gobierno dominicano, con la ayuda de sus socios internacionales, está haciendo lo mejor que puede, pero en circunstancias cada vez más difíciles.
Afirmó que esta realidad no se debe a actitudes antiinmigratorias, ya que República Dominicana es un país emisor de inmigrantes, pero a su juicio, si el movimiento de personas no se da de manera ordenada y segura por vías legales, significa riesgos políticos, sociales, económicos y de seguridad que dificultan la adecuada garantía de los derechos.
En ese sentido, dijo que el gobierno dominicano debe tomar las medidas necesarias para limitar el impacto que la violencia y el deterioro de las instituciones en Haití puedan tener en su territorio.
El Canciller dominicano dijo que a pesar de las disposiciones del Consejo de Seguridad sobre la situación en Haití, la principal solicitud de las autoridades haitianas, aprobada por el Secretario General, fue desplegar una fuerza fuerte para ayudar a su policía nacional a combatir la terrible violencia que azota el país, pero todavía no hay una hoja de ruta clara.
La nota de prensa informa que Roberto Álvarez ha advertido que no cree que se pueda pedir a los haitianos y otros que han presenciado la tragedia que confíen en las Naciones Unidas antes de que se tomen medidas duras contra los criminales que interfieren con el reclamo de estabilidad de Haití.
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