Apple pagará US$113 millones para resolver una demanda que argüía que el gigante tecnológico ralentizaba a propósito los modelos más antiguos de iPhone.
33 estados en EE.UU. sostuvieron que Apple usó la táctica para obligar a sus consumidores a comprar dispositivos nuevos.
Millones de personas quedaron afectadas cuando sus modelos de iPhone 6 y 7 y SE se ralentizaron en 2016. El escándalo se llegó a llamar «batterygate», porque tenía que ver con la vida útil de la batería.
La empresa se abstuvo de hacer comentarios, sin embargo, con anterioridad había dicho que los móviles se habían ralentizado para preservar la vida de las baterías viejas.
El arreglo se da independientemente de otra propuesta de acuerdo al que Apple llegó en marzo para pagar a los usuarios de iPhone hasta un total US$500 millones tras una demanda colectiva.
En 2016, Apple actualizó el software de los modelos iPhone 6, 7 y SE -lo que redujo la velocidad de los chip en esos móviles más viejos.
Ralentizaciones inusuales
Apple reconoció que la actualización reducía la energía disponible después de que investigadores encontraran ralentizaciones inusuales en 2017.
Los estados demandantes sostuvieron que Apple había actuado engañosamente y que debió haber reemplazado las baterías o revelar el problema.
Según una demanda entablada en Arizona, millones de usuarios resultaron afectados por los cortes energéticos.
Apple niega que la ralentización se aplicara con fines de lucro.
Pero el fiscal general de Arizona, Mark Brnovich, declaró en un documento judicial hecho público este miércoles que «muchos consumidores decidieron que la única manera de mejorar el funcionamiento era comprando a Apple un modelo de iPhone más nuevo».
«Apple, naturalmente, comprendía perfectamente esos efectos sobre las ventas».
Según los términos del acuerdo, Apple no tuvo que reconocer actuó ilícitamente ni violó leyes, pero tuvo que aceptar proveer «información verídica» durante los próximos tres años sobre el manejo energético de los iPhone en su sitio web y en las notificaciones de actualizaciones.
El acuerdo llega después de una serie de demandas contra Apple.
Actualmente, se encuentra en una batalla legal con Epic Games, que acusa al gigante tecnológico de usar el dominio de su tienda de aplicaciones (App Store) para cobrar injustamente a los desarrolladores del software.
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