Una madre y su bebé fallecen a causa de intoxicación después de una fumigación en un apartamento de una torre en Piantini.

Santo Domingo. – Una tragedia ocurrió el domingo pasado en un apartamento de la Torre Da Silva 3, ubicada en el sector Piantini de la capital, donde una mujer, Adelle Ruiz León, y su bebé de dos meses perdieron la vida debido a la exposición a un gas fosforado utilizado para fumigar. Su esposo y otra persona se encuentran en estado crítico en cuidados intensivos, según información proporcionada por una fuente a este diario.

Según un empleado del Ministerio de Salud Pública, el producto utilizado el viernes para tratar una plaga de carcoma en los gabinetes de uno de los apartamentos afectó a los residentes de los pisos inferiores al ingresar a los conductos del aire acondicionado. La sustancia identificada como fosfín de aluminio se dispersó por la torre, causando este trágico desenlace.

Las autoridades presentes en el lugar, ubicado en la calle Rafael Augusto Sánchez, esquina Federico Geraldino, en el Distrito Nacional, consideran que esta fumigación inadecuada con un producto altamente tóxico fue la causa principal del incidente. Un comunicado oficial del Ministerio de Salud Pública está previsto para mañana, donde se brindarán detalles sobre el químico responsable de la tragedia.

En la escena, unidades del Cuerpo de Bomberos del Distrito Nacional y la Dirección Central de Investigación (DICRIM) respondieron al llamado. Se descubrió que el fosfín, el insecticida utilizado para combatir la carcoma, es clasificado como «altamente tóxico», especialmente cuando se utiliza en espacios cerrados, como lo indicó una propietaria de una fumigadora. Esta pastilla de gas se dispersa por las tuberías y ductos de aire acondicionado, afectando a los residentes de la torre.

Además, se informó que se administraron 15 tubos del fosfín de aluminio, y cada tubo contenía 30 pastillas. Es importante señalar que este tipo de insecticida de banda roja no se recomienda para su uso en torres o lugares cerrados, ya que su propagación a través de las instalaciones puede ser altamente peligrosa, como lamentablemente quedó demostrado en este trágico incidente.

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