Es una de las grandes lecciones que nos está dejando el estado de alarma provocado por el coronavirus en Europa, especialmente en países como el nuestro. Reducir los desplazamientos innecesarios y cesar la actividad industrial aunque sea solo unos días, deja esta huella en nuestra atmósfera.
Las emisiones se desploman
Lo vimos hace solo unos meses en uno de los rincones más contaminados del planeta, la China más industrial, pero ahora con la llegada del COVID-19 a nuestro continente, el espacio que aparece más libre de humos que nunca, es el europeo y en el mapa que te mostramos aquí, especialmente el de Italia.
Esta imagen que estás contemplando nos ha llegado directamente de la Agencia Espacial Europea –ESA– y proviene concretamente del satélite Copernicus Sentinel-5P encargado de medir, entre otras cosas, la contaminación que llega a la atmósfera en cada territorio. Bien, pues desde el 1 de enero y hasta el 11 de marzo, antes incluso de que países como el nuestro adoptaran sus restricciones más estrictas para frenar la propagación del virus, la reducción de la polución ya era más que notable. ¿El motivo fundamental? Italia.
El país transalpino vivía en esas fechas la oleada de contagios que acabó a la postre por expandirse al nuestro y el ejecutivo liderado por Giuseppe Conte había apostado ya por la confinación como la única herramienta útil contra el coronavirus.
Y era solo el principio…
El último día de la medición que te mostramos, fue el mismo que la Comunidad de Madrid decidió cerrar los centros educativos posibilitando que numerosas empresas mandaran también a teletrabajar a muchos de los padres. Fue, como bien recordarás, el primer paso en una escalada de medidas para contener el coronavirus que derivó en el Estado de Alarma decretado por el Gobierno ese mismo fin de semana. Ayer mismo, Francia prohibía la movilidad de sus ciudadanos excepto en los supuestos más necesarios y la mayoría de la actividad industrial de nuestro país vecino cesaba.
Según apuntan desde la ESA, la reducción de emisiones que podemos ver coincide con el parón de Italia y son tan drásticas por la reducción del tráfico aéreo y marítimo, además del citado cese de su actividad industrial y comercial. Es decir, si lo que estás viendo ya es más que llamativo, imagínate cómo será la imagen a día de hoy. Una lección que gracias a esta situación tan dantesca, habremos aprendido para siempre y es que a partir de ahora, cuando alguien hable de reducción de emisiones, ya sabrá en base a la experiencia el tipo de medidas realmente efectivas.
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