Militantes yihadistas decapitaron a más de 50 personas en la provincia de Cabo Delgado, al norte de Mozambique, indicó una agencia de noticias estatal de ese país.
Según los reportes, los militantes, vinculados con el Estado Islámico, convirtieron el domingo pasado un campo de fútbol localizado en la aldea de Muatide en un campo de ejecución, donde asesinaron a quienes intentaban huir.
«Los combatientes atacaron varias aldeas en los distritos de Miudumbe y Macomia, mataron a civiles, secuestraron mujeres y niños e incendiaron casas», dijo Bernardino Rafael, comandante general de la policía de Mozambique, durante una conferencia de prensa este lunes.
Los violentos ataques en Cabo Delgado han desencadenado una crisis con más de 300,000 desplazados internos y 712,000 que necesitan ayuda humanitaria, según un informe de Amnistía Internacional publicado el mes pasado.
La organización ha señalado que las fuerzas de seguridad en la provincia de Cabo Delgado, rica en gas, han estado luchando contra un grupo armado de militantes que prometió lealtad a ISIS desde el 2017.
Cadáveres en el bosque
Según autoridades de la zona, no es la primera vez que son perpetrados ataques similares. Habían registrado otros similares en el primer semestre del año.
«En abril, los mismos atacantes decapitaron a más de 50 jóvenes por presuntamente negarse a unirse a sus filas», dijo la policía de Mozambique. En esa ocasión, dijeron las autoridades, encontraron los cadáveres decapitados regados en el bosque, donde fueron arrojados por los subversivos.
«Llegaron muchos hombres armados y corearon «Allahu Akbar» (Dios es el más grande), luego dispararon y prendieron fuego a las casas de las aldeas en Nanjaba», dijeron los testigos.
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