Plaga sin identificar causa estragos en los cultivos de yuca en Guayana Francesa y el norte de Brasil

Un mal desconocido ha estado afectando los cultivos de yuca en la Guayana Francesa durante los últimos dos años, extendiéndose también al norte de Brasil y amenazando uno de los alimentos básicos de miles de personas.

Las autoridades en este departamento francés de ultramar están buscando soluciones para frenar la propagación de esta enfermedad misteriosa y proteger la planta, conocida como mandioca, que es esencial en la cuenca del Amazonas.

Estever Martin, líder del pueblo amerindio Trois-Palétuviers en la frontera con Brasil, describe la situación como «la enfermedad de la mandioca». La plaga afecta el tallo, marchita las hojas y muestra resistencia a las quemas y productos fitosanitarios, como si la tierra también estuviera contaminada.

La enfermedad fue identificada por primera vez en 2022 en la región meridional del Haut-Maroni y se ha propagado por toda la Guayana Francesa y el estado brasileño vecino de Amapá. La Federación Regional para la Defensa contra Organismos Nocivos (Fredon) emitió una alerta fitosanitaria en 2023, señalando que la situación ya no estaba en una etapa inicial de epidemia, sino en una catástrofe.

En algunas áreas, las pérdidas de producción alcanzan entre el 60% y el 90%, según Nathan Astar de la cámara de agricultura de Maripasoula. La consecuencia directa ha sido un aumento drástico en el precio de la harina de yuca, un alimento básico en la región.

A pesar de los esfuerzos de la Fredon, el origen de la enfermedad sigue siendo desconocido, y la búsqueda de esquejes saludables se ha vuelto cada vez más difícil. La crisis ha transformado el sistema tradicional de trueque en un mercado de esquejes, afectando la dinámica agrícola y económica de la región.

Para abordar la situación a largo plazo, un grupo de trabajo se centra en mejorar los tallos de la yuca. El Centro de Cooperación Internacional en Investigación Agronómica para el Desarrollo (Cirad) planea instalar invernaderos para sanear los esquejes y crear una colección agronómica de mandioca para preservar la diversidad biológica de la planta, generando una reflexión sobre la importancia cultural y patrimonial de la mandioca en la región.

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